Tendencia extraña la nuestra a glorificar la villanía. Calificativos de capo, maestro, genio del mal, etc. le han caído a Montesinos por su patética actuación en el juicio a Fujimori. Ningún genio, está preso hace años y aferrándose con su sobonería a la ilusión de que su ex-jefe algún día lo rescate y le devuelva su inocencia perdida.
O quizás los peruanos admiramos secretamente a éste asesino, ladrón, cobarde y traidor.
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